Las palabras fueron avispas y las calles como dunas cuando aún te espero llegar. Todo arde si le aplicas la chispa adecuada

-Héroes del Silencio-

22 junio 2005

La tristeza de las caras

Uno vive para ser feliz. Bueno, al menos debe intentarlo. Y el capitalismo empresarial deja poco espacio para la ilusión. Recuerdo como laboralmente he sido mucho más feliz detrás de la barra de un bar o en el quinto piso de un andamio para impermeabilizar una fachada. Porque la felicidad no solo la alcanzo en el aspecto laboral. Nunca supe que ser de mayor... por eso fracasé en los estudios. Nunca se hasta donde quiero llegar y por eso soy feliz con las cosas mas sencillas. Hay que encontrar el equilibrio entre los deseos materiales y la capacidad de ser un robot para alcanzar, quizás, lo material deseado. Quizás soy "freak" o quizás un simple gilipollas o un inmaduro o un ingenuo. Que más da! Pero la cabeza no me funciona mal y sobre todo el corazon es el que bombea cascadas de fresca felicidad. Que pena que el ir a clase toda tu vida no te de de comer, estudiar es otra cosa pero ir a clase es uno de mis hobbys preferidos. Gracias desde aquí a las inigualables compañeras aunque me traicionen a base de pasos de baile que atornillan mis arritmicos sentidos. Porque en ellas no veo la tristeza de las caras que soportan muchos seres rendidos a la maquinaria globalizadora. Una sonrisa vale más que un dolar. Espero decir lo mismo el día que tenga otros compromisos pero.... hay cosas que no pueden cambiar.
Canción para hoy: "Somos nubes blancas", Elefantes

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Te voy a echar la bronca por no variar: Mecagüendiez Juan, que agonía!! Anímate un poco que la capital te está consumiendo. Por cierto, de mayor tienes que ser profesor, para ir a clase y además cobrar. Te das cuenta?
Angélica.