Las palabras fueron avispas y las calles como dunas cuando aún te espero llegar. Todo arde si le aplicas la chispa adecuada

-Héroes del Silencio-

31 marzo 2009

Los pañuelos de estación

Aún veo tu cara, alegre entre el gris de esa ciudad, optimista entre la decadencia de sus gentes, sonrisa alisada de entre los rizos de tu pelo. Alma generosa, más que generosa desprendida. Vehemente solidaridad hasta donde llega la entrega. Ese alma quebrada por un amor tan cruel como imposible, tan hermoso entre los dos. No son estas las palabras que quieres ver ni que se escriba una canción desde mi ingenuidad pero regreso, fracturado mi corazón, por la imposibilidad de ponerme un sólo segundo de mi vida a tu altura. Te desprendes de lo tuyo para los demás, obsequias tu alma, tu cuerpo y tu mente... y las lágrimas? La luz se escapa entre tu vida y al llegar la despedida se abren las heridas y grita el aire loco, el que regaló todo tu amor y más de uno debería gritar de arrepentimiento: la dejé pasar!! El pañuelo de bienvenida se convierte en anzuelo de despedida, para clavarme y no separarme de tu lado, ni un instante. Pero irremediablemente tu amor no está en las cosas si no en las personas. Y vuelo a estar fustrado, por que es tan dificil ser buena persona aunque aparentemente lo hagas tan fácil...Y que pudo pasar en ese cuarto piso despues de la partida? Ventilar el hogar de las corrientes masculinas aunque hubieras deseado no olvidar el ambiente vivido.... el mar, el bar y las canciones para ti. Pero con miedo a no se bien qué, regalo al futuro tu amor y que me ayude a ser mejor. Es tan triste estar siempre por debajo de los demás. Si guardas algo en el cajón, regálaselo al olvido.

11 marzo 2009

Si Medi hubiera visto esto....

Mientras un dócil crio de menos de diez años, alto y espigado, paraba sus primeros balones en el patio del Colegio de los Salesianos, una hegémonica plantilla encabezada por Di Stefano, Gento, Puskas, Muñoz, Rial.... daba lecciones de futbol por toda europa y engrandecia el nombre del Real Madrid hasta limites no superados, el fútbol crecia en el corazón del joven portero, envidiado por sus compañeros por tener siempre las mejores equipaciones y tener el mejor balón de toda la clase. Pronto le sobrenombraron "Medi", originario de su sengundo apellido Mediero. Ese joven creció, con el amor por el futbol y por un color, el blanco. El blanco de nuestra Unión Deportiva Salamanca, por entonces jugando en "El Calvario", y el blanco del Real Madrid. Pasaron los años y Medi viajaba cuando podía a ver su Unión del alma y tambien a su Real Madrid. Despues de tener su primera hija, a la segunda le salió el muchachito y fue con sólo 4 o 5 añitos cuando por primera e indescriptible vez audió el sujeto a "El Helmantico", fortin unionista, verde fresco, olor a puro y a vino, frescor primaveral....
(continuará)