La inquietud

Por no apretar el gatillo en forma de pluma tuve que evitarte durante mucho tiempo pero ahora que te tengo conmigo no te voy a perder. No me castigaré al exilio porque quiero estar lo suficientemente cercar para oler a cada instante esa brisa corporal que oxigena mi corazón y palpita junto al tuyo. Eres una esperanza angustiosa que trata, sin conseguirlo, amansar la borrasca en la fiera que llevo dentro. Diviso un pasadizo a lo lejos en el que creo enloquecer y la luz del color de la felicidad se vislumbra entre el arco que forman tus piernas, donde acaba lo terrenal empieza el placer de tu compañia y son tus pies los que me acompañan a esta locura que viene y va. Es tu nombre el que ensalza el mio, es tu aire el que me hace buscar una fuente para poder respirar. Es tu sonrisa la que hace nadar mar adentro y no querer salir. Es tu ausencia la que arrasa con la cordura, la que hace volver a la realidad.

La duda

No se si la muerte está demasiado cerca de la vida, si la muerte está rondando nuestra vida o simplemente la muerte es el final de nuestra vida pero hay a veces que la muerte está en la propia vida compuesta por fracasos, decepciones, desilusiones, chantajes, cobardias, traiciones. No se que separa la vida de la muerte pero hoy van juntas de la mano, caminando enlazando sus manos y besando sus tiernos labios, jaleadas por la brisa que empujan hacia un final, un inesperado final a mitad de camino. De un lado la muerte en negro de otro la vida en blanco y sólo hay, sólo, un paso divide la delgada linea que etiqueta el pasado, el presente y el final y encima de ti un espejo que refleja el miedo, la duda y reflejará las consecuencias. Porque el futuro es el final, si la traspasas habrás dejado atrás un camino que no sirve de nada porque ahora estás enfrentado a una realidad que es presente y te prepara el futuro; pero si esa linea no la traspasas, has muerto amigo. Tu mismo.