Las palabras fueron avispas y las calles como dunas cuando aún te espero llegar. Todo arde si le aplicas la chispa adecuada

-Héroes del Silencio-

18 agosto 2010

Sin verguenza

Ya tenemos otra vez tocando las narizes al bigotes, bueno, al medio bigotes nacional. Porque ya no se si lo lleva o los cuatro pelos blancos en la zona bajo nariz son unos restos de la figura presidencial. Si señor, ya tenemos al sin verguenza del expresidente aznarin tocando los cojones a todos los españoles, pues este ejercicio de traición al correcto funcionamiento de la diplomacia bilateral es una obra más de este antiespañol, antipatriota y no se cuantos adjetivos más, una obra que no requeria de este actor ni de este escenario. Pero si, así es Aznar, un personaje peculiar y que desata en mi las peores de mis prédicas. Su tufo y hedor desprenden un rechazo tan brutal que la tupe todas las alcantarillas de la democracia. Este personajucho que se olvidó de servir a su pais cuando abandonó La Moncloa invade competencias que no le corresponden y sobre todo hace un flaco favor a sus hermanos melillenses españoles. Cada vez que este traidor sale a escena publica tengo un aire de verdugo, pues con una mano le taparia la boca y con otra...

12 agosto 2010

La apariencia no es sincera

Estoy enfermo. Soy un enfermo y me alivia asimilarlo. No he tenido que ir a la consulta del doctor porque yo mismo me he identificado un cuadro de tristeza aguda, que parece no tener remedio, por ahora. Hay cientos de personas que recuperan la chispa despues de un punto de inflexion cuyo nombre tiene innumerables nomenclaturas. Y yo estoy buscando la mia, esta que me azota desde unos cuantos inviernos, con sus consecuentes primaveras, con sus asoladores veranos, con sus bucólicos otoños. No se si he pasado ya el momento más bajo pero siempre pienso que lo mejor estar por venir y esto puede ser peor de lo ocurrido. No encuentro un punto neutral que me de el punto de partida para alejarme de esta desidia, de esta desesperanza, de esta depresionante pensamiento. No hay segundas personas y si las hay son su ausencia. No hay bienes materiales que añorar, todo lo que tengo me lo he ganado a excepcion del vehículo a cuatro ruedas y si tengo mucho o poco se que es suficiente, aunque este suficiente es demasiado. Pero todo la maldad está en la persona y no en lo ajeno. La necesidad del otro me hizo tomar una decisión hace seis años y aquella apuesta me devolvió la bofetada de la realidad y viví que la lucha por la supervivencia es la más crueles de las guerras no armadas. Me separé, entonces, de aquel ser bondadoso y querido. El materialismo ganó terreno. Y por hoy no me apetece escribir más. Sólo se que despues de toda esta vida aún no he encontrado lo que he estado buscando.